lunes, 26 de agosto de 2013


Cuenta una historia, que un joven que se caracterizaba por faltar el respeto a sus padres, familiares y a toda persona con que se relacionará. Un día su padre le dio una bolsa de clavos y le dijo que cada vez que él le faltará el respeto a una persona, debería clavar un clavo detrás de la puerta. El primer día clavo 37 clavos detrás de la puerta y en las semanas que siguieron, a medida que aprendió a relacionarse de manera adecuada clavaba menos clavos y así descubrió que era más fácil controlar sus palabras y acciones que clavar clavos detrás de la puerta, hasta que llego el día que pudo controlarse y le informo a su padre, entonces el padre le dijo por cada día que controle su carácter puedes retirar un clavo, pasaron los meses y el joven pudo informarle a sus padres que no quedaban clavos detrás de la puerta; su padre lo tomo de la mano y lo llevo detrás de la puerta y le dijo: has trabajado duro hijo mío, pero mira todos esos hoyos  en la puerta, nunca más será la misma. Cada vez que tú insultas con una actitud o palabra a una persona, por más que retires lo dicho, quedarán cicatrices que perduraran para siempre.

El valor del respeto se vivencia en el plano personal, respeto a sí mismo y en ese sentido está ligado a la autoestima y a la valoración de su propia vida. El respeto a uno mismo capacita a adquirir el respeto por los demás y al mismo tiempo el respeto a los demás fortalece el respeto a uno mismo.
En el ámbito social, este valor es de suma importancia para establecer relaciones interpersonales armoniosas,  pues  nos hace tolerantes y nos capacita para aceptar a otros, sin herir, ridiculizar, manipular, anular o pretender convertir a los demás a nuestra semejanza. Pues el respeto se basa en la dignidad personal, extendiéndolo a otras personas hasta llegar a la naturaleza y las cosas que utilizamos en nuestra vida.
Se puede decir que manifestamos respeto cuando: practicamos hábitos saludables, me valoro como persona, cumplimos las normas de convivencia en el colegio, tratamos a los demás como nos gustaría que lo hicieran con nosotros, escuchamos  con atención a los otros, controlaos las emociones para salvaguardar el respeto, somos abiertos a escuchar ideas contrarias a las nuestras, mantenemos una convivencia pacífica, buscamos la conciliación, cuidamos la naturaleza y el ambiente donde interactuamos.
Cuando una persona logra interiorizar este valor, la vida fluye sin tropezar con los intereses de los demás, ya que nos convertimos en personas tolerantes, comprensivas, de mente abierta ya que tiene la capacidad de ver la realidad con los ojos de los demás y así sintoniza con el encumbrado y el mendigo.
ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE:
1.       Enumere 10 situaciones que se vivencian en el colegio y en las que el valor del respeto hace falta.
2.       Para cada una de ellas proponga una alternativa de solución.
3.       Explique qué quiere decir: “El respeto a uno mismo capacita a adquirir el respeto por los demás y al mismo tiempo el respeto a los demás fortalece el respeto a uno mismo”
4.       Mencione 5 características que poseen las personas que inspiran respeto.
Proponga una frase o proverbio que invite a practicar este valor. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario